EL GRAN DEBER DE LOS JÓVENES EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA PAZ.
- inamix
- 7 ene 2017
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Los jóvenes colombianos y Latinoamericanos son personas llenas de sueños y aspiraciones que se encuentran en un periodo de consolidación como sujetos políticos de derechos y deberes, que se encuentra en proceso de fortalecer su autonomía intelectual, física, moral, económica, social y cultural y que está en facultad de ejercer su poder en una sociedad que hoy tanto lo necesita para construir su nuevo país.
El sector Juvenil Colombiano debe defender el ejercicio de los derechos y deberes de los jóvenes en el marco de su relación con la persona misma, la familia, sociedad y el pueblo de donde nació, en términos, de exigibilidad de sus derechos y cumplimiento de sus deberes, en el ámbito social, político, económico.
Los jóvenes Colombianos, deben ser protagonistas en el proceso de construcción de su presente y su futuro, en la dimensión individual y la colectiva. Esto significa que su papel es fundamental en la definición y realización de su proyecto de vida, pero también en el desarrollo del país.
El futuro les pertenece a las generaciones más jóvenes. El país que se construye en el presente, es el mismo que heredarán para vivir en las próximas décadas.
Construir un nuevo país requiere que las y los jóvenes se apropien de su herencia y su porvenir y que ejerzan su naturaleza juvenil. Asumir la construcción de paz como un proyecto individual y colectivo, es una oportunidad única y coyuntural que les posibilita hacerlo para transformar el país desde el presente, con el fin de asegurar un futuro con mejores condiciones de vida y propiciar un contexto social, cultural, político y económico en el que las diferencias y la garantía de sus derechos sean una realidad.
La paz va ser proceso de largo aliento, cuya materialización precisa del compromiso y los esfuerzos de las y los más jóvenes, en el presente y el futuro del país. Esto implica que la juventud colombiana debe involucrarse con el pueblo, a través de los mecanismos que le otorgan la constitución y las leyes, para generar condiciones sociales, culturales, políticas y económicas que hagan posible la convivencia y una vida digna para toda la población.
Para concluir, la construcción de paz para las generaciones más jóvenes de Colombia es un deber, por sus capacidades y facultades para transformar las realidades del país y porque la paz solo será posible mediante su involucramiento y participación; y es una oportunidad, en la medida en que les permitirá generar mejores condiciones de vida y procurar la realización de sus derechos, mediante el ejercicio de su procedencia en el proceso de la construcción de la paz
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