LA EDUCACIÓN EN TIEMPOS DE CRISIS
- Jaime Ramírez.
- 29 jul 2020
- 7 Min. de lectura

LA EDUCACIÓN EN TIEMPOS DE CRISIS
Actualmente vivimos momentos excepcionales de cambios y de inseguridades que lo sitúan en un momento crucial. Tras el confinamiento, existe un impulso e intento de ejercer mayor control y autoritarismo sobre la ciudadanía. Sin embargo, debemos aprovechar para dar continuidad a la solidaridad y demás valores mostrados estos días y juntos pensar en salidas para que los Derechos Humanos sean una realidad y la juventud salga fortalecida, en uno de los derechos más importantes, como es el derecho a la educación, imprescindible para avanzar hacia la equidad social.
Se pide al estudiante confinado que siga actuando como si estuviera en las instituciones educativas , al mismo ritmo y con mayor exigencia , como si nada pasase, cuando en realidad todo es diferente y todo está cambiando diariamente y más si tenemos en cuenta los desiguales, contextos sociales y familiares de los estudiantes.
Todo lo que está sucediendo exige de los docentes una reflexión profunda y una posición clara de la verdadera función que cada uno de tiene como formador de la juventud y no como docentes que creemos ser. No hay que dejarse intimidar ni doblegar por el miedo, ni por las imposiciones que quiere el sistema, en manos del ministerio de educación, aplicar a cada una las personas, sino al contrario hay que estar animados por la esperanza de salir reforzados para un cambio, hacia una sociedad más humana y una educación más inclusiva, justa, cuidadosa y equitativa, que debe partir de la realidad que se está viviendo y donde el análisis y la reflexión sea fuente de conocimiento.
Es urgente promover un espacio y un tiempo donde todos los estudiantes, padres de familia, docentes y administrativos se cuestionen, dialoguen, reflexionen colectivamente y hacer un acercamiento racional a la pregunta: ¿qué educación queremos hoy y en el futuro?, pero ¿Qué hacer en la situación actual para no afectar a los jóvenes en el ahora?
Sin embargo, se debe hacer una valoración de lo que se está viviendo en el ámbito educativo con una serie de consideraciones y propuestas. En todos los casos no se trata de avanzar en la parte académica sino de desarrollar actividades atractivas y de valor cultural: ver buenos documentales sobre naturaleza, películas en versión original subtituladas, escuchar música, pintar, leer, escribir para poder incentivar y estimular en los estudiantes y familias sus grandes capacidades que como personas tienen.
Pues, la educación no va a ser igual, tras esta experiencia que confirma las diferencias con que se realiza el trabajo que se hace en casa, porque no todo el mundo dispone de los mismos medios ni de la misma situación habitacional, familiar y social, se debe considerar que esta situación está aumentando las desigualdades sociales que ya se tenía, solo que hoy se hace más visible.
En esta situación de emergencia y confinamiento se debe considerar que la rigidez, la represión ejercidas por las diferentes medidas tomadas por el estado, deberían ser más flexibles teniendo en cuenta las diferentes situaciones sociales económicas y geográficas de las familias de cada uno de los estudiantes, pues se desconoce cuál será el futuro de la educación, pero gustaría que fuera otra cuando se llegue a la normalidad, donde muchos estudiantes sufrieron la peor parte.
Será imposible volver a ser los mismos, porque lo que está pasando no llevará a un retorno sino a otra situación diferente y por construir un nuevo modelo educativo. Pues, en este momento, lo académico en los diferentes cursos no es lo prioritario se hace necesario pensar que la promoción flexible, debe tener en cuenta otra clase de elementos en las diferentes etapas de formación que hoy debemos de abordar, en esta situación de emergencia no tiene sentido hacer exámenes, trabajos, talleres donde se quiere medir el, conocimiento por eso se debe suprimir toda esta clase de pruebas que dice servir como parte evaluativa.
Algunos se han obsesionado con las notas, las calificaciones y los resultados y no por la permanencia de los aprendizajes que sirven para una vida digna. Pero ahora es el momento de resaltar los valores que estamos aprendiendo como la solidaridad, la empatía, la generosidad, la afectividad, el apoyo y la ayuda mutua y la cooperación, porque hoy toca hacer pedagogía donde prime los valores más humanos. Hoy, se debe generar espacios inclusivos, con el fin de disminuir las desigualdades, donde todos los estudiantes tengan acceso a las actividades educativas que combine el arte, la música, la cultura, el juego y el contacto con la naturaleza, que debe ser un periodo de adaptación y transición para generar procesos de ajuste con tutorías y acompañamientos reales y efectivos de cada orientador, que lleven a un aprendizaje.
Porque esta experiencia de crisis invita a repensar los tiempos, espacios y recursos de que disponemos, y la función de apoyo que podrían desarrollar la TV, la radio, las redes sociales y TIC, sin perder el contacto con el medio natural y social en que se desenvuelve cada familia y estudiante.
Todo lo que está sucediendo lleva a poner en cuestión el actual modelo educativo para poder avanzar hacia un modelo alternativo, sencillamente porque esta situación que hoy estamos viviendo está obligando a pensar y crear otras maneras de educar para avanzar hacia un futuro
Por eso es fundamental hoy repensar juntos, tras esta parada en el camino, para repensar cómo mejorar y cambiar lo que se tiene y cómo reinventar la educación, que permita una mayor equidad y elimine las diferencias sociales entre el que tiene y el que no tiene para caminar juntos hacia una sociedad mejor, esta es una cuestión que se presenta cada vez con mayor urgencia. Este cierre del espacio escolar debería servir para transformar la educación y romper el ritmo frenético y la presión que ejercemos sobre los estudiantes.
Es necesario poner la mirada en las necesidades de la juventud para que vuelvan a apasionarse por aprender por sí mismos y desde sí mismos, a jugar, a tener tiempo libre en el que puedan aburrirse, a relacionarse libremente, a encontrarse con la naturaleza a no engancharse en el frio y la soledad de las pantallas de sus celulares y televisores.
Para lograr esto es muy importante hacer un cambio en la estructura y el contenido del currículo institucional. Para que los contenidos tengan en cuenta los saberes de los jóvenes y que le han de proporcionar un conocimiento más profundo del mundo y de los problemas de la humanidad, partiendo de la realidad que vive cada uno de ellos.
Hoy frente a la crisis que se tiene, se debe introducir un currículo ecosocial que promueva contenidos y valores para combatir la emergencia climática y favorecer el desarrollo sostenible. La supervivencia del planeta Tierra exige conciencia y acción desde todos los ámbitos, además que cuestione el modelo de mundo que se vive, que condene todas las violencias de género, sociales, económicas y políticas, que reconozca la plena igualdad de derechos y promueva las prácticas de la coeducación en todos los ámbitos educativos. Un elemento fundamental para lograr esto, es el acompañamiento en el aprendizaje, mediante el camino de la información al conocimiento para saber vivir, conocer el mundo y tratar de transformarlo, orientando, a su vez, los procesos integrales de formación de cada estudiante como personas más humanas, que se logrará mediante el diálogo, la conversación, el pensamiento crítico como instrumentos pedagógicos básicos para la construcción y autocreación de personas autónomas, sujetos en proceso permanente de producción de sus propias vidas y escritores de su propia historia. Fortalecer la convivencia, la experimentación, la democracia, el diálogo como base del conocimiento, recuperar el sentido comunitario y democrático de la familia y la comunidad , devolviendo a las familias y a los estudiantes su espacio de responsabilidad colectiva en el compromiso de la educación, haciendo más efectivos los actuales canales de participación y creando otros.
Hoy se debe reflexionar las políticas educativas para proteger y extender la vida de la educación pública y eliminando procesos de privatización, desde las nuevas perspectivas sociales para que garanticen el protagonismo de la ciudadanía y del pueblo, asegurando el derecho de todos a la educación y los derechos de los estudiantes para una vida digna.
Sembrar en cada estudiante que como persona debe tener el compromiso en la lucha contra las desigualdades dentro y fuera de la escuela con políticas reparadoras y de discriminación hacia la juventud, que son las mayores víctimas de esta injusticia social y escolar.
Construir un sistema educativo que contribuya a la sociedad y a la vida, que tenga en cuenta los aportes de las comunidades tanto en lo regional, local y la global partiendo desde la dignidad humana, la cooperación, la comprensión de la interdependencia, la empatía y la relación fraterna y humana como bases sólidas de cualquier modelo educativo. Pero es importante revisar la función del docente con una sólida y consciente formación cultural y pedagógica, con sus habilidades emocionales, tener empatía, dar ánimos, comunicarse con las familia, la figura del docente no se reduce a la de alguien que manda y corrige ejercicios y coloca notas, entonces debe ser un maestro en todos los sentidos: acompaña, supervisa, adapta y facilita el aprendizaje es decir es algo que va más allá de los contenidos de su propia asignatura, y capaz de romper paradigmas institucionales y salirse de la que dice o propone el sistema, a la vez dinamizadora y socializadora de los y para los estudiantes , de una gran convivencia y de la creación de ambientes de aprendizaje comprometidos con la nueva forma de educación que hoy se debe construir ante la crisis que se está viviendo, entender que estos podrían ser algunos de los aspectos que forman parte del proceso que se construiría para poder avanzar en el paso hacia una nueva educación.
Hay que tener la disposición al cambio para buscar una salida positiva y constructiva en la cimentación de un modelo alternativo que permita transformar el actual sistema educativo en una sociedad con situación de emergencia. Y todo ello, es posible hacerlo solo si tenemos la disposición al cambio, un pensamiento crítico, una sensibilidad por el dolor del otro, a colocarse en el lugar del otro, para pensar y construir juntos y juntas lo que se quiere desde la educación para la educación de la juventud que hoy tanto lo necesita.
JAIME RAMIREZ
Comments