PARA LAS Y LOS REBELDES
- derechos humanos.
- 15 ene 2021
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La pandemia ha movilizado a todos los seres humanos a nivel del mundo .Son los diferentes fenómenos que atreves de la historia han incidido en nuestro comportamiento como raza humana y que han generado cambios, son las crisis las que hacen que saquemos nuestra capacidad de creatividad para la solución y salvación de nuestra especie y el Covid-19 no será la excepción que como personas de este mundo volvamos a salir, porque es justo cuando estamos al filo del abismo cuando nuestras capacidades salen a flote. Las personas como seres individuales y las comunidades como seres colectivos debemos hacer un ejercicio de autocrítica en relación a nuestro papel en el mundo, como estamos contribuyendo a nuestro buen vivir y el de nuestra naturaleza , que estamos haciendo para mejorar nuestra calidad de vida y la de las próximas generaciones, que hacemos día a día para disminuir las brechas de la desigualdad, cual es papel jugamos en el desarrollo personal y de nuestras comunidades, Como y cuanto estamos comprometidos con nuestro cuerpo, nuestro espíritu, nuestra mente y nuestro entorno?.
La actual crisis no es de ahora, es una crisis de un sistema que vemos y no vemos pero que nos mueve como personas y sociedad, por lo tanto es urgente y obligatorio observar , analizar más allá de la cuarentena para replantear el actual sistema en todos los campos de la vida humana, empezando desde el consumo desmesurado, el egoísmo, avaricia, corrupción, violencia, patriarcado y desigualdad terminando en la deshumanización del ser humano.
Esta crisis tiene dos situaciones totalmente diferentes, una es la de las ciudades donde los habitantes que son totalmente dependientes de los servicios que ofrece el sistema acostillas del pago de los impuestos que se ofrecen a altos costos y donde solo pueden beneficiarse los que tienen dinero y los demás deben mendigarlos o morirse en el intento y que decir de los productos alimenticios que se producen en el campo y la lucha por la supervivencia en mucho más violenta y cruel.
En los campos, es decir fuera de la ciudad, la situación es muy diferente, los alimentos están en la huerta, hay reservas de maíz y frijol,platano, todos los días tomamos aguas calientes medicinales, ejercitamos el cuerpo con en el trabajo agrícola y de pequeña ganadería.
El pánico es tan grande que no hay suficiente tiempo como para perder el día viendo noticias trágicas y las mentiras del mal gobierno que lo único que hace es mentirle al pueblo con sus falsas promesas
Las relaciones sociales son las justas y necesarias, la solidaridad es absoluta con el conocido y el extraño. La vida no para, no hay como quedarse en casa, los animales morirían de hambre y las huertas al igual que las cosechas podrían perderse.
No hay expectativas de ayudas reales del estado, el estado históricamente ha abandonado y permitido la explotación de los habitantes al igual que las tierras. Los niños y jóvenes sin clases en la escuela, colegios y universidades aprenden más de sus costumbres, cultura, de valores y lengua en casa con sus familias, en especial con sus abuelas y abuelos y la comunidad donde viven.
Las ciudades hijas de la modernidad capitalista están diseñadas para enriquecer a las élites en cada crisis, para desaparecer a los más vulnerables y dejar en casa inmóvil, a una clase media asustada, que no hace otra cosa que consumir información de pánico y gastar su poco dinero guardado como si fuera el fin del mundo.
El fin del mundo comenzó con el triunfo sobre el capitalismo y su complejo sistema de destrucción de la vida y los elementos naturales que sostienen el planeta. No sólo tenemos una emergencia sanitaria, tenemos una emergencia climática, de escasez de agua, los refugiados víctimas de la guerra en medio oriente, del narcotráfico en Latinoamérica y refugiados ambientales por la destrucción de sus ecosistemas, tenemos un incremento exponencial de feminicidios en todos los continentes y una corrupción cada vez más descarada en todos los niveles de gobierno, la crisis es sistémica y la solución lo debe ser igual.
La solución a toda esta crisis que hoy estamos viviendo, no basta con lavarnos las manos y ponernos un tapa bocas sino que es mucho más que eso, tenemos que construir otros mundos posibles recuperar nuestras costumbres y fortalecer nuestras organizaciones sociales y populares tejiendo brazos de unidad para hacer un frente común al momento que se nos avecina.
Cultivar nuestros alimentos, organizarnos, recuperar la medicina natural, apoyarnos en la ciencia autónoma, crear más escuelas, colegios y universidades libres y donde se respete la diversidad étnica y cultural, encontrar las diferencias en las crisis y replantear el modo de vida individual, familiar y colectiva, es la tarea de las y los rebeldes, junto con las comunidades para poder construir entre todos un mundo mejor.
Ánimo y valor en este tiempo, estamos viviendo uno de los síntomas del colapso global y del sistema económico más cruel y sanguinario que ha tenido la humanidad como ha sido el capitalismo, este virus es uno de los muchos que tiene infectada a la humanidad y al mundo con todos los males como son pandemias, extractivismo, machismo, colonialismo, discriminación, violencia, ecocidios, etnocidios, imperialismo y sistema de partidos políticos.
No me quedo en casa debe ser nuestra tarea como insurgentes para organizarnos con los pobres del mundo, con los del campo y la ciudad, con los conocidos y desconocidos para construir otros mundos muy otros donde el virus del capitalismo y todos sus males sean exterminados.
También para prepáranos al siguiente episodio que nos va dejar esta pandemia que no es más que hambre, miseria, pobreza, desempleo y por ende violencia que va ser combatida por el estado como siempre con represión como hasta ahora lo ha realizado asesinando a un sin número de líderes sociales y persiguiendo las organizaciones sociales que lo único que han hecho es hacer respetar los derechos humanos que nos quieren desconocer.
Entonces es ahora o nunca que como raza humana podemos escribir una nueva página de nuestra historia construyendo un nuevo mundo para las próximas generaciones, que serán las responsables de la salvación y conservación de la naturaleza y la vida que debe perdurar por siempre.
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